Un segundo informe forense dio cuenta que el joven mapuche y miembro de la CAM, Pablo Marchant, fue ejecutado por personal policial cuando atacó el fundo Santa Ana Tres Palos, perteneciente a Forestal Mininco en 2021, en la comuna de Carahue, región de La Araucanía.
Según consignó El Desconcierto, el informe forense del médico Luis Ravanal Zepeda, a casi dos años del hecho, da cuenta que fue ejecutado con cañón de escopeta apoyado sobre la cabeza.
El informe pericial señala que "es posible establecer con la evidencia disponible que la lesión balística ocasionada a nivel de la zona temporal posterior derecha (mastoidea) con estallido y evisceración de la masa encefálica, es concordante con un disparo de escopeta efectuado con apoyo, mortal en forma inmediata, y atribuible a la acción de terceros".
En este contexto, la abogada querellante y representante de la familia, Patricia Cuevas Suárez, comentó que "el sentir de la familia es que no se entiende por qué el SML y Fiscalía se cuadran con la versión de un imputado en materia penal y en particular en un crimen gravísimo como el que se investiga, cuestión que no suele verse nunca en causas de esta naturaleza".
La jurista, además, cuestiona el por qué "en el procedimiento se utilizaron vehículos que no pertenecen a Carabineros de Chile, ni tampoco por qué no se ha dado una explicación acerca del error en la determinación de la identidad de la víctima durante varias horas y un largo etcétera".
También hubo falencias en el protocolo de autopsia
Los policías que formaron parte del operativo fueron Hugo Henchuvil Antil, Eduardo Mora y Guillermo Santander y según la jurista, el autor material del disparo fue trasladado hasta Punta Arenas y "sigue trabajando, recibiendo probablemente un sueldo mayor al que recibía antes de acabar con la vida de Pablo".
"Son muchos más los asuntos que como querellantes controvertimos de la investigación y es por ello que no descansaremos hasta que se determine verdaderamente la forma en que falleció Pablo y la responsabilidad de quienes cometieron el delito", agregó la abogada.
El informe pericial detalla claras falencias en el protocolo de autopsia.
Se "lavaron partes esenciales del cuerpo antes de hacer análisis, permitiendo que eventualmente se desprendiera pólvora u otros elementos que podían dar cuenta de la poca distancia con que se efectuó el disparo, además de contar con radiografía y fotografías deficientes".